Desde hace un mes que estoy acudiento a Café Expressión, la dirección aparece debajo, a leer poesía en atril. No lo había platicado, a casi nadie, porque he tenido otros proyectos en mente que de una u otra forma, desvian mi atención, pero ahora me reivindico al exhortar a toda la comunidad yucateca a que vaya a escucharme.
La lectura que hice anoche, no porque yo la haya realizado, me quedó... Por favor, pongan un calificativo en los puntos suspensivos, pero uno que exprese que me faltaron las flores, un ensordecedor aplauso y alabanzas y vítores de los comensales. A lo mejor exagero, tal vez no, pero si lo quieren corroborar, se aceptan alabanzas, sugerencias, críticas y atropellos, cada sábado de 8 a 10 p.m. en el lugar señalado.
En el transcurso de la semana les pondré, siempre que mi ignorancia cibernética me lo permita, un video que amablemente mi querida amiga Silvia, hizo de mi persona en un momento climático de la lectura a tres voces que realicé del poema, desconocido por mi, de Michel Houellebeq, titulado Opera Bianca.
Anteriormente he leído a autores yucatecos como Saulo de Rode, Antonio Mediz Bolio, Carlos Martín, y el súper clásico, Charles Baudelaire. Me faltan más, yo lo sé, pero principalmente, y si alguien me lo puede prestar, me falta el poemario completo de Sabines, que no Joaquín Sabina.
Espero verlos.
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